La gente del atletismo aragonés

La carrera de 3.000 del pasado sábado de Toni Abadía en “El Huevo”, además del gran logro que fue conseguir la mínima para el Mundial de Pista Cubierta en Sopot (Polonia), significó un refrendo a una forma de hacer atletismo a la que debemos volver, aunque algunos sean reacios a ello. La ayuda de sus dos compañeros de entrenamiento, Pablo Arrúe y Alberto Galán, tirando de él los primeros kilómetros, siguiendo el ritmo preestablecido por su entrenador, esa rara avis que es “Pepe” Mareca al que ahora tantos acuden, y el calor de una grada entregada, es algo que pocas veces se puede ver en nuestro atletismo salpicado de egoísmos y personalismos.

Estamos viviendo, a pesar de la ya cansante crisis, una época de nuestro atletismo en la que se está demostrando que si los medios materiales son importantes, mucho más lo son las personas. Pues personas de nuestro atletismo son las que en el Gran Premio actuaron como voluntarios, nuestros jueces que día tras día siguen siendo la envidia de otras comunidades, nuestros clubes y sus directivos, que cuando fallan las ayudas públicas (o se dedican no sabemos muy bien a qué), ponen su empeño personal en hacer equipos de División de Honor, como Scorpio o Monzón, o sacar adelante una Gran Premio de marcha como Zuera, un cross de calendario nacional como La Zoiti, o labores menos notorias como mantener escuelas de atletismo en Teruel, Utebo o La Almunia.

Cuando se ha “acabado” el dinero, Zaragoza sigue manteniendo el único Gran Premio nacional de pista cubierta, gracias personas de “nuestro” atletismo, que junto a otros muchos se dejan la piel para que este fin de semana hayamos tenido provinciales de campo a través escolares, un Gran Premio, la Copa Cadete, el regional de cross, el regional de marcha…

Pero dejarme que vuelva a Tony, como ejemplo de “nuestra gente”. Nunca nos ha dicho que “no” cuando desde la Federación le hemos llamado. Una rueda de prensa (hay que contentar a los patrocinadores), un clinic, su presencia en la Gala aunque ese año no fuera el “atleta del año”, doblar en el Torneo Federaciones… Su disposición ha sido siempre incuestionable, aún a veces en contra de sus propios intereses deportivos. Y esta actitud que no se da en todos los atletas aragoneses de primer nivel (por desgracia y alguno sabrá la razón de ello), es algo que se transmite, y así seguimos teniendo técnicos dispuestos a ir con nuestras selecciones a cambio de nada, a dar charlas en las concentraciones de tecnificación. Seguimos teniendo atletas como Ignacio Vigo que se desplaza desde Madrid a Fraga a la Gala del Atletismo aunque su entrenamiento se vea afectado. Atletas como Mariajo Poves que no duda en acudir a la concentración de menores de marcha para trasladar sus “grandes conocimientos” a las nuevas generaciones, o como Luisa Larraga de la que nunca tenemos dudas acudirá a defender la camiseta aragonesa donde le digamos,…y tantos otros atletas, técnicos, jueces y directivos que sin dejar de lado sus metas, saben estar apoyando a nuestra gran familia.

Son nuestra gente, la gente del atletismo aragonés, y desde la Federación Aragonesa de Atletismo no podemos por menor que mostrarles nuestra gratitud por seguir haciendo posible que nuestro deporte siga vivo, muy vivo.

Javier Hernández García
Presidente FAA.